Los bebés y los niños aman sus juguetes de baño, especialmente los que flotan. Muchos de estos juguetes tienen pequeños orificios para permitir la entrada del aire y, desafortunadamente, también el agua. Si el agua del baño se asienta dentro del juguete, empezarán a crecer bacterias en el interior. Los pequeños ponen estos juguetes en su boca para masticar, lo que puede propagar gérmenes y enfermedades. Mantén estos juguetes limpios y secos por dentro y por fuera para evitar el crecimiento de bacterias nocivas. Después de cada baño, es importante secar cuidadosamente todos los juguetes. Secar el interior de un juguete de baño puede ser todo un desafío.
Instrucciones
1.- Saca todos los juguetes y sécalos exhaustivamente después de cada baño. Aprieta los juguetes con orificios, para que el agua pueda salir. Aprieta varias veces hasta que salga principalmente aire y no agua. Algo de humedad quedará en las paredes interiores del juguete. Si se deja como está, las bacterias empezarán a crecer dentro del juguete después de 48 horas.
2.- Protege el interior del juguete y evita el desarrollo de moho y bacterias, colocando un tazón con alcohol para frotar. Sumerge el juguete en el tazón y déjalo que absorba un poco de alcohol. Sacude el líquido dentro y apriétalo hacia afuera hasta que no quede humedad. El alcohol para frotar es un agente secador. No guardes el juguete con el agujero cubierto. Déjalo reposar y secarse durante la noche. El juguete estará menos propenso a desarrollar moho o bacterias.
3.- Seca a fondo las grietas interiores del juguete. Los juguetes para apretar tienen pequeñas esquinas interiores que nunca se secarían sin ayuda extra. Después de secar el juguete todo lo posible, colócalo en una bolsa sellada llena de arroz blanco crudo y seco. Déjalo allí adentro durante la noche. Estas esquinas herméticas dentro del juguete se secarán. El arroz absorberá toda la humedad restante.
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